Una de las tecnologías protagonistas de lo que ya se conoce como la nueva revolución industrial son, sin duda, las que se engloban bajo la familia denominada como “tecnologías 3D”. Habitualmente nos referimos al diseño tridimensional por ordenador (en sus distintas modalidades), a la fabricación mediante impresoras 3D. Incluso, en algunos casos, incluimos la digitalización de objetos o personas reales a través de escáneres 3D.
Se han escrito ríos de tinta (o mejor dicho, de píxeles), sobre cómo estas tecnologías cambiarán la forma en que se estructura nuestra sociedad y crearán nuevos empleos. De hecho, no hace falta hablar en futuro: ya hay miles de profesionales del 3D trabajando en la industria del cine, la animación, los videojuegos, la publicidad, el diseño de productos, la automoción y la aeronáutica, etc. Un ejemplo simbólico es el del diseñador/a 3D de videojuegos. Se trata de una labor que pocos consideran todavía un trabajo, ya…
Ver la entrada original 625 palabras más